Los andalucistas renuevan su órgano directivo en Vélez-Málaga. Renovación con sabor a rejuvenecimiento, ya que se mantienen los activistas más jóvenes del PA, y vienen con la misión de reflotar el barco de unas siglas que pierden su credencial. Óscar Pérez es el encargado de realizar esta transición ‘no sangrienta’ de la era de Claudio Morales al nuevo andalucismo veleño.
Joven sí, pero no es nuevo. Lo dicho, rejuvenecimiento que no renovación, y mantendremos en cuarentena el término refundación. Ante el panorama que se avecina para el PA, el nuevo secretario local decidió dar un golpe de timón antes de este verano para ir amasando estrategias de cara a unas elecciones, las de 2011, que serán prueba de vida para el PA.
Cada uno de los comicios que se han celebrado en la última década en Vélez-Málaga han servido para constatar la falta de un apoyo real de la ciudadanía a un partido que ha sido capaz de devorarse a si mismo. Canibalismo político en estado puro que hemos presenciado con el ascenso sigiloso de los delfines cuasi clónicos que en cada momento iban apareciendo.
Ahora el objetivo es salir, no ya airoso, sino vivo de la madre de las batallas: las próximas elecciones municipales. Óscar Pérez ha sido tomado desde casi siempre como hombre de consenso, y eso mismo es lo que ha brillado por su ausencia en los reinos taifas andalucistas. Espera contar con el apoyo de los históricos, aunque oficialmente no aparece el nombre de Marcelino Méndez-Trelles por ningún sitio.
La tarea más complicada será la de devolver al electorado la conciencia de un PA necesario y eliminar la imagen de una formación personalista y cainita, características innatas en el ciclo vital de este partido históricamente.
El nuevo comité sabe que ha llegado el momento de salir a la lavandería y preparar sus mejores galas para el baile de fin de curso, y en eso están. Ahora sólo les falta encontrar pareja para la cita.
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